“Predominan los anuncios de alto nivel de
estereotipo; ya sean masculinos o femeninos, que inducen al aprendizaje de
valores como diversión y competición, riesgo y agresividad para el caso de los
chicos, y de belleza y apariencia, el cuidado de otros o la atención al hogar
en el caso de las niñas”.
Esto
reflejaba un estudio sobre anuncios de la campaña navideña dirigida a los
niños.
La
mayor parte de los anuncios de muñecas, por no decir todos, van dirigidos a
niñas.
Lo
mismo ocurre con los anuncios de coches y vehículos, dirigidos a niños.
Los
anuncios de niñas se engloban en tonos rosas, mientras que los de los niños en
rojo.
Este
estudio también refleja la actitud de los padres frente a la utilización de los
juguetes con los que juegan sus hijos.
Los
anuncios cada vez enganchan más a los niños. En España, los niños entre 4 y 12
años pasaron una media de 2.38 horas diarias frente a la televisión, según este
estudio.
La
navidad es para los niños la época perfecta para pedir cualquier cosa, porque
según un catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación, José Luis
Linaza, “Los
niños pueden pedir la luna, porque la Navidad es un tiempo mágico. Ni los Reyes
Magos ni Papá Noel tienen limitaciones”.
Los anuncios hacen que los
niños solo tengan que decir “me lo pido”.
Para que se vea la
influencia de los anuncios frente a los niños, se ha creado otro estudio en el
que examina las cartas de los Reyes Magos antes de la campaña de navidad y
después.
En la primera carta las
niñas pedían muñecas y los niños coches. En la segunda carta las niñas pedían
muñecas de una determinada marca y los niños coches de una determinada marca,
en ambos casos todo muy bien especificado.