¿Qué tienes debajo del sombrero?
El pasado 24 de octubre, en clase de
Atención a la diversidad, vimos un documental relacionado con dicha asignatura,
pero también con la temática de nuestro proyecto: El arte.
El documental relata la vida de Judith
Scott, una escultora norteamericana de 62 años a la que le llega el
reconocimiento internacional después de vivir 36 años en una institución psiquiátrica.
Su historia, contada a través de su hermana gemela, Joyce, sin discapacidad, es
el detonante de una película que viaja al Creative Growth Art Center en California,
enseñando al mundo este talento tan “especial”.
Judy crea figuras envolviendo todo tipo de objetos
con lana, hilo, cinta, tela... Debido a su gran necesidad de crear, esta artista realiza estas piezas de forma compulsiva, sin parar, hasta que le salen ampollas. Desde
que entra en la escuela hasta que sale. Encuentra en sus esculturas, la
vía adecuada para relacionarse con el mundo exterior. Tal vez, plasma en sus
creaciones todo lo que ha tenido en su cabeza durante los 40 años que estuvo
encerrada en el centro psiquiátrico. A medida que gana confianza, sus
esculturas son más grandes.
Muchos museos de varios países se han interesado
por su obra. Las esculturas de Judith Scott no solo resultan interesantes por
la propia obra, si no el significado oculto que tienen. Sus obras se cotizan por valores de 15.000 y 20.000 dólares.
Se trata de una artista que ha elegido su manera de expresar a través de su punto de vista
sobre la vida y las cosas que le rodean, creando esculturas cada vez más
grandes, y más profundas.
La envoltura de misterio que cubre su obra es el mayor atractivo de una artista
que se va fortaleciendo a la par que crece la aceptación por su obra muy por
encima de su persona y de su número de cromosomas.
¿Está haciendo arte?
¿Está creando arte?
¿Está comunicándose?
¿O está desmarañando todas las ideas que ha
tenido en su cabeza durante 36 años?
¿Qué tienes debajo del sombrero?
Es la pregunta que le hacen en un momento dado a Judith Scott, la
protagonista de este documental, puesto que llevaba siempre una o más
bufandas alrededor de la cabeza coronada por un sombrero. Interesante pregunta.
Nadie sabrá nunca qué había bajo ese sombrero, solo ella, una persona que
empezó a vivir cuando empezó a comunicarse a través del arte.
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